Artículo de David Suárez para reflexionar... ¡Qué amargura! |
Por David Suárez | |
martes, 26 de octubre de 2010 | |
"Muy poco se puede hacer. No hay unidad y, por mucho que se empeñe uno, lo único que va a lograr es que le dejen solo. Hace tiempo que me di cuenta de que lo más importante en este deporte es mirar por uno mismo. No debería ser así, pero...". Quién así se expresa es Óscar Freire en una entrevista en El País justo antes del Mundial de Australia. "¡Qué amargura!", replica el periodista ante tal panorama. "Sí, pero así es", sentencia Freire... Pues sí señor qué amargura. Este es el ciclismo que tenemos. Más que de "tolerancia cero" en el ciclismo deberían preocuparse por la "credibilidad cero" que está adquiriendo este deporte. Estaba a punto de vencerme por el tópico y escribir aquello de que lo de Contador es la gota que colma el vaso... Ni por asomo, si algo hemos aprendido en los últimos años es que en este deporte los escándalos pueden superarse con creces. Mañana nos podríamos despertar perfectamente con un más difícil todavía: más sustancias escondidas, más redadas, más declaraciones intempestivas... David Suárez (Barcelona, 1974), periodista con una dilatada experiencia como director de prensa ciclista, es director y responsable de contenidos de Arueda.com. "El caso Contador" es para hacérselo mirar. Por un lado tenemos un positivo –quizás absurdo para muchos, pero positivo al fin y al cabo– por clembuterol. Según ha contado el propio ciclista la UCI quería cerrar el caso con una sanción menor porque entiende que este es un positivo falso (en el caso de que algo así sea posible). Por otro lado, tenemos la increíble historia del solomillo viajero que por sí sola ya daría para una trilogía de Almodóvar y sus pases televisivos de máxima audiencia. La UCI –vía presidencial– dice que "España tiene un problema con el dopaje" y la prensa española decide que el caso de Contador es diferente y cierra filas en torno al pinteño (¿qué diríamos si fuese australiano?). La historia se complica cuando mediante un método no homologado se descubren unos restos de plástico que nadie confirma oficialmente; sólo la prensa (extranjera) airea el asunto (¿harían lo mismo si el ciclista fuese compatriota?). Y para acabar de completar el esperpento, la asociación de carnes vacunas de no sé donde amenaza con demandar a Contador por difamar sus productos. No está mal, ¿verdad?¿Qué tiene de especial este asunto? ¿Por qué la UCI o la AMA o quién sea no ha dicho ya la última palabra y dictaminado si hay o no positivo? ¿Sancionarán a Contador? ¿Es útil el clembuterol en el ciclismo? ¿Es culpable o inocente? ¿Existen esos restos de plástico en su muestra? ¿Quién manda aquí? Está claro que esto no va bien. Suma y sigue: esta semana hemos sabido que no hay nada contra Pellizotti y lleva sin correr desde mayo; para colmo la UCI no puede sancionar a Vinokourov con el 70% de su salario (tal y como anunció a bombo y platillo en 2008) porque es ilegal... La lista de desaguisados es inacabable. El ciclismo es un deporte sin credibilidad. Prácticamente todos los ciclistas importantes de los últimos cinco años están marcados de alguna manera u otra por asuntos, rumores o investigaciones relacionados con el dopaje: Valverde, Basso, Landis, Mancebo, Sevilla, Riccó, Pellizotti, Di Luca, Boonen, Rasmussen, Vinokourov, Menchov, Petacchi, Piepoli, Astarloza, Patxi Vila, los Schleck... escribo de memoria y seguro que me dejo a más de uno y a más de dos. Y eso que estamos hablando del ciclismo actual, probablemente el más limpio de la historia. Si echamos la vista atrás, la lista de sospechosos y positivos es inacabable. ¿Creéis realmente que Eddy Merckx tiene autoridad moral para decir que sancionen duramente a Contador? El tema se me alarga y debo ir acabando. Para la próxima trataré de reflexionar sobre una cuestión que, a fin de cuentas, es la clave de todo visto lo visto: ¿Es posible otro ciclismo? ¿Vosotros qué opináis? ¡Feliz Pedalada! David Suárez |
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